El estrés y el trabajo pueden ser difíciles de separar. Las responsabilidades que acarrea la labor médica generan una sensación de urgencia que le abre paso al estrés laboral. Como señala la escuela médica de Makerere: “el estrés en la práctica médica siempre ha sido un tema importante, parcialmente porque el servicio médico se relaciona con cuidar la vida de otros y los errores pueden ser a veces irreversibles”.
Por lo anterior, es muy importante trabajar en formas de reducir el estrés laboral en el ámbito médico, lo cual incluye desde aprovechar mejor el tiempo libre, hasta realizar cambios de perspectiva. En la S.C.A.R.E. y FEPASDE queremos presentarte una serie de claves para manejar el estrés laboral, las cuales podrás aplicar en tu rutina para mejorar la calidad de vida.
Pero primero: ¿Qué efecto tiene el estrés en la salud? y ¿por qué es importante trabajar en este problema? ¡Acá te lo contamos!
Cómo reacciona el cuerpo al estrés
Imagina por un momento un escenario de urgencia en el trabajo. Cualquier situación que contenga un estresante: por ejemplo, un largo turno donde las consultas siguen llegando y los descansos son escasos. Como lo explica la escuela de medicina de Harvard, el cuerpo reacciona a este escenario con la llamada “reacción de lucha o huida”, donde el corazón late más rápido, la respiración se acelera y los músculos se tensan.
Se trata de una reacción evolutiva basada en el miedo, diseñada para que el cuerpo supere el escenario de estrés, pero la realidad es que su aparición repetida puede tener efectos en la salud.
El estrés crónico en el trabajo puede llevar al síndrome de desgaste profesional, que está marcado por cansancio, actitudes cínicas, ineficiencia, entre otros efectos negativos para el profesional y sus pacientes.
Inclusive el síndrome de desgaste profesional puede evolucionar en ansiedad y depresión o inclusive afectar el sistema cardiovascular. Y dado el constante ambiente de urgencia y factores de estrés para los médicos, estas consecuencias pueden estar más cerca de lo que cree.
Nunca es tarde para empezar a transformar la rutina en el hospital, el consultorio o en casa en un proceso antiestrés. Estas son 4 claves para lograrlo:
1. Meditación
Según el Instituto para la Conciencia Plena y el Estrés, unos pocos minutos de meditación al día ayudan a reducir el estrés. Dado el ocupado horario de un profesional de la salud, es justo el tipo de solución que puedes incluir en tu rutina. Aunque la meditación puede parecer un tema difícil de acceder para quienes nunca la han practicado, la realidad es que las nuevas tecnologías hacen que su práctica sea muy fácil.
La meditación guiada está al alcance de cualquiera que posea un dispositivo móvil, gracias a aplicaciones como Headspace, Calm y muchas otras, donde el usuario encuentra diferentes niveles de entrenamiento, tomando el tiempo necesario para acoplarse a la ocupada rutina del profesional de la salud: 5, 10 o 20 minutos.
Es clave señalar que estas aplicaciones ofrecen prácticas de meditación para diferentes problemas emocionales: ansiedad, miedo, rabia, etc. Ajustándose a las necesidades del profesional y los efectos de las largas jornadas de trabajo con pacientes.
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2. Mantén comunicación con tus seres queridos
Para la Asociación Americana para el liderazgo médico, una comunicación apropiada con tu familia o las personas con quien convives es parte de separar el estrés del trabajo y el hogar. Si eres transparente sobre tus miedos y preocupaciones durante tus largos turnos y enfrentando las situaciones de estrés que trae la práctica médica, encontrarás que quienes te rodean pueden simpatizar con los efectos que esto conlleva y trabajar en conjunto para crear el mejor espacio de distracción.
Se trata de aprender a hacer una transición entre el trabajo y la vida en el hogar. Esto también incluye una perspectiva de lo que compartes con tu familia y cómo lo comunicas. Lo importante es ser abierto y buscar apoyo, sin cerrar tus problemas a una carga puramente profesional.
3. Mantente en movimiento
Ya sea durante un largo turno de trabajo en el hospital o los fines de semana en casa, es recomendable enfrentar una situación de estrés con actividades que requieren poco esfuerzo y prácticamente no inversión, como una caminata. Como señala Forbes “mantenerse en movimiento es un gran antídoto contra el estrés” pues no solo “previene dolores de cabeza o la rigidez”, también puede separarlo del ambiente que encuentra estresante y permitir un respiro antes de continuar con las actividades.
Esto por supuesto se extiende a realizar ejercicio en su tiempo libre, lo cual genera endorfinas y reduce los efectos negativos del estrés, justamente por responder a la citada “reacción de lucha o huida”, trabajando en conjunto con la respiración rápida, el aumento del ritmo cardíaco y combatiendo la tensión en los músculos. La carga de una larga semana puede disiparse con una jornada de ejercicio, necesario en el alto volumen de trabajo por la emergencia sanitaria actual.
4. El poder de la gratitud
Una investigación citada por Health Harvard señala la importancia de la gratitud y cómo esta perspectiva puede ayudar al estado de ánimo y la lucha contra el estrés. La investigación consistía en dos grupos de personas, uno debía escribir cosas de las cuales estaban agradecido cada semana, el otro grupo escribía eventos que los afectaban. Luego de 10 semanas, el primer grupo se sentía más optimista y se había ejercitado más y tenían menos visitas al médico.
Esto es aplicable a la vida de los profesionales en salud, donde cambiar el pensamiento negativo es clave para afrontar los constantes retos que surgen. Ver el lado negativo de cada situación puede drenar dramáticamente tu motivación y energía. Para hacerlo, redescubre los momentos gratificantes del día, realiza un trabajo de auto-reconocimiento y recuerda la importancia de tu trabajo como profesional de la salud: cambiando vidas y siempre frente al bienestar de las personas.
Todos estos consejos los puedes aplicar en tu diario vivir, sin necesidad de grandes gastos y buscando los espacios necesarios.
En la S.C.A.R.E y FEPASDE hacemos un llamado a todos los profesionales de la salud para que sigan estas recomendaciones, trabajamos por el bienestar de todos y estamos siempre dispuestos a brindarles el apoyo necesario para que durante el ejercicio de su profesión se sientan seguros, protegidos y respaldados.