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Si una palabra está inevitablemente ligada a la práctica clínica es “ética”. Y no es un término cualquiera. La Real Academia Española (RAE) la define como “Conjunto de normas morales que rigen la conducta de la persona en cualquier ámbito de la vida. Parte de la filosofía que trata del bien y del fundamento de sus valores”. En el ámbito de la salud, sus implicaciones son el gran paraguas de la práctica y están resumidas en una máxima que nos acompaña como profesionales desde tiempos muy antiguos: “lo primero es no hacer daño”.

Hablar de ética médica siempre es necesario porque el Talento Humano en Salud (THS) no solo tiene el compromiso de atender pacientes y aliviarlos de sus afecciones, sino también de hacerlo de la mejor manera posible, con empatía y seguridad. ¿Cómo hacerlo y cómo abordar los dilemas de este enfoque en los tiempos turbulentos que vivimos? Echemos un vistazo.

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Principios éticos fundamentales en la práctica clínica

 

Primero, lo primero: la ética médica tiene fundamentos que son atemporales y que se enmarcan dentro del objetivo de atención siempre inocua y eficaz. En la actualidad podríamos resumirlos en estos tres grandes temas:

Autonomía del paciente

 

La autonomía del paciente implica respetar su capacidad para tomar decisiones informadas sobre su propio tratamiento. Es fundamental que los médicos proporcionen toda la información necesaria, de manera clara y comprensible, para que el paciente pueda evaluar opciones y riesgos antes de tomar una decisión. Este principio ético se relaciona con el consentimiento informado, donde el profesional de la salud debe garantizar que el paciente comprenda plenamente los procedimientos y consecuencias antes de aprobar cualquier intervención médica.

 

¿Cómo se manifiesta aquí la ética y sus dilemas? En que algunas veces el paciente querrá ir en contravía de la recomendación médica. Aquí, el profesional puede tener dificultades en clarificar si lo éticamente correcto es permitir la autonomía del paciente o apegarse a su conocimiento, aún a expensas de la decisión de quien lo recibirá. Recurrir a las leyes y normativas es una buena manera de comprender la vía para la mejor solución.

Beneficencia y no maleficencia

 

La beneficencia es el compromiso del médico de actuar en el mejor interés del paciente, promoviendo su bienestar y reduciendo riesgos. Por otro lado, la no maleficencia implica la obligación de no causar daño. Estos dos principios guían muchas decisiones en la práctica clínica, desde la selección del tratamiento más adecuado hasta la gestión de los efectos adversos. En casos como la seguridad del paciente, estos principios se ven estrechamente entrelazados, ya que cualquier error o negligencia podría tener repercusiones graves.

 

¿Cómo se manifiesta aquí la ética y sus dilemas? A veces el “no hacer daño” puede no verse tan claro. ¿Es mejor alargar la vida con sufrimiento o se debe poner por delante la calidad de vida aunque el tiempo de supervivencia se acorte? ¿Qué decir de la muerte digna o incluso del aborto? Son preguntas que ejemplifican a la perfección los desafíos del personal de la salud a la hora de decidir un camino en la práctica clínica.

Justicia

 

El principio de justicia en la medicina se refiere a la distribución equitativa de los recursos y servicios de salud. Esto es especialmente relevante en situaciones de crisis o cuando los recursos son limitados, como durante la pandemia por COVID-19. La justicia también se extiende a garantizar que todos los pacientes reciban una atención adecuada sin importar su condición socioeconómica o la disponibilidad de recursos.

 

¿Cómo se manifiesta aquí la ética y sus dilemas? Un ejemplo claro es la atención médica frente a la solvencia y recursos disponibles de los pacientes.

Estrategias para enfrentar dilemas de ética médica

 

¿Qué hacer? La ética médica se ejerce de forma consciente, con pleno conocimiento no solo de la ciencia y la técnica, sino también poniéndose en el lugar del otro, del paciente. Algunas estrategias que siempre debes tomar en cuenta con THS son:

Consultas éticas, redes de apoyo y asesoría

 

Consultar con comités de ética o colegas con experiencia en dilemas éticos puede proporcionar perspectivas valiosas y orientaciones para tomar decisiones difíciles. Estas consultas permiten a los médicos enfrentar los dilemas con una base sólida, considerando no solo los principios éticos sino también las normativas vigentes. Tomar decisiones con asesoría de expertos siempre es buena idea.

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Comunicación clara y efectiva

 

Mantener una comunicación abierta y honesta con los pacientes es esencial para mitigar conflictos y evitar malentendidos que puedan generar dilemas éticos. Explicar los procedimientos, riesgos y beneficios de manera comprensible ayuda a garantizar que los pacientes estén debidamente informados y puedan participar activamente en sus decisiones de salud. Aquí también debe tomarse en cuenta la comunicación clara y efectiva entre los distintos miembros del equipo de asistencia clínica.

Comprender las cuotas de responsabilidad

 

Es fundamental que los profesionales de la salud comprendan sus responsabilidades éticas y legales en cada situación. Esto incluye conocer cuándo y cómo compartir la carga de decisiones difíciles, especialmente en situaciones en las que intervienen varios actores dentro del sistema de salud. Aquí también es importante que sepan cuando las consecuencias de un acto médico son responsabilidad de lo ejecutado o de condiciones estructurales que escapan de sus manos.

Tener conocimiento pleno de las leyes

 

Estar familiarizado con las leyes y regulaciones que rigen la práctica médica es clave para tomar decisiones informadas y éticamente correctas. Los profesionales de la salud deben asegurarse de que sus acciones estén alineadas con las normativas locales y nacionales, lo cual también ayuda a reducir el riesgo de litigios.

Actualización profesional permanente

 

La medicina es un campo en constante evolución, y los dilemas éticos no son la excepción. Mantenerse actualizado en términos de conocimiento médico, protocolos y normativas vigentes es esencial para navegar los dilemas éticos de manera efectiva y garantizar una práctica segura y empática.

Estamos a tu lado durante todo tu trayecto como THS

 

En S.C.A.R.E. y Fepasde queremos que desarrolles tu carrera y la atención que le das a cada paciente con la seguridad y respaldo. Por eso, estamos a tu lado en cada etapa, ayudándote a sortear cada desafío con programas educativos, apoyo académico, asesoría integral y acompañamiento legal. Que puedas ofrecer un servicio seguro y eficaz es nuestro mayor objetivo.

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Tags: Talento Humano en Salud

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