El término “mala praxis” es común y controversial en el área de la salud, básicamente se relaciona con aquellos factores infaltables que se pasan por alto o actos de negligencia en los que puede incurrir el personal de la salud, causando un perjuicio o afectación al paciente.
Según el Dr. Albert Agrest, citado en el artículo: “cómo prevenir presuntas demandas de mala praxis médicas” publicado por la Revista Médica de la Paz, este concepto va ligado directamente con las acciones médicas erradas que se ejecutan durante la atención, las cuales no son definidas por la opinión del paciente, sus familiares o un juez.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la mala praxis durante la atención en salud en tres sentidos:
- Conducta negligente o incompetencia sin justificación en el desempeño de una tarea médica por parte del médico.
- Determinación judicial que manifiesta el incumplimiento negligente de la norma asistencial vigente, causando una lesión o la pérdida de un paciente.
- Conducta inapropiada o poco ética o incompetencia injustificada por parte del titular de un cargo profesional.
¿Qué puede causar el desarrollo de acciones inseguras durante la atención en salud?
De acuerdo con el artículo de la Revista Médica de la Paz citado anteriormente, la mala praxis suele ser involuntaria y su precedente se podría relacionar con las siguientes causas:
- Un elevado número de consultas y el poco tiempo para atender cada una de ellas.
- Documentación médica (historia clínica, consentimiento informado, certificado médico, entre otros) incompleta o adulterada.
- Exceso de exámenes o prácticas invasivas sin fundamento.
- Una relación conflictiva entre el profesional de la salud, paciente y su familia.
- Largas jornadas de trabajo que afectan el estado emocional y físico del profesional.
Cuando se presentan algunas de estas situaciones, las reclamaciones, en su gran mayoría, provienen por un mal resultado o una complicación irreversible durante un procedimiento, diagnóstico o tratamiento. Con el objetivo de disminuir el porcentaje de este tipo de casos, desde la S.C.A.R.E. y FEPASDE queremos brindarte 5 recomendaciones para evitar el riesgo de una mala práctica durante la atención en salud:
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Mantener una capacitación constante
Es de vital importancia que el Talento Humano en Salud se mantenga académicamente informado, actualizado y alineado con lo último en el sector. En cada intervención el personal debe demostrar una capacidad técnica de alto nivel, por lo que recomendamos participar en cursos o en aquellos espacios educativos que les permita reforzar el conocimiento profesional, siempre pensando en el cuidado y beneficio de los pacientes.
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Brindar una atención integral en salud
El propósito y objetivo del servidor será ofrecer una atención integral, con alta capacidad profesional y seguridad, respetando los principios éticos durante la atención en salud. El Talento Humano en Salud tendrá la responsabilidad de referir al paciente con el profesional, la unidad o el nivel de atención requerido de acuerdo a su diagnóstico.
De igual forma, es importante apoyar las decisiones tomadas de acuerdo a las evidencias, aplicar las medidas de seguridad, documentar de forma detallada los hallazgos clínicos e informar la situación médica con un lenguaje claro y oportuno.
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Tener una comunicación asertiva con el paciente
Es fundamental mantener una comunicación clara con el paciente, dando visibilidad a su estado de salud y procedimientos a seguir. De acuerdo con la Revista Médica de la Paz, los profesionales en salud que mejor se comunican son los que menos reclamaciones tienen durante el ejercicio de la profesión.
Con esto se buscará que la persona atendida sea totalmente autónoma de sus decisiones, accediendo o rechazando los tratamientos recomendados por el profesional en pro de mejorar o estabilizar su estado de salud.
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Cumplir con la documentación requerida durante la atención en salud
Es una obligación del profesional en salud detallar en la historia clínica los hallazgos, el diagnóstico, procedimiento y todo aquello que permita conocer el estado de salud del paciente. Actualizar y mantener en orden los antecedentes del paciente es un hábito que debe perdurar siempre, ya que protege la seguridad del paciente y puede ser el salvavidas ante una queja por reclamación o negligencia.
Si el paciente requiere el desarrollo de un procedimiento es importante dejar registro en la historia clínica, explicando y detallando el proceso, sus ventajas, desventajas, riesgos, cuidados y lo qué podría suceder al no realizar dicho tratamiento.
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Investigar factores de riesgo
El profesional en salud, antes de proponer un tratamiento, debe indagar los posibles factores de riesgo que puedan afectar al paciente. Es importante notificar los efectos secundarios para obtener el consentimiento informado y actuar bajo el conocimiento de la persona atendida.
En conclusión una mala praxis se puede evitar, solo se deben cumplir con los lineamientos, dar conocimiento clínico al paciente a través de la historia clínica, obtener el consentimiento informado y todo lo necesario para llevar a cabo una adecuada atención.
En FEPASDE estamos disponibles para ti las 24 horas del día y los 7 días de la semana. Contamos con los mejores expertos quienes te asesorarán en temas jurídicos o legales durante el ejercicio de tu profesión. ¡No te preocupes más! Comunícate con nosotros y te daremos las mejores soluciones.