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Es mucho lo que se pone sobre la mesa cuando hablamos de mujeres en la ciencia. Si somos justos, lo primero que entra en la conversación son los grandes aportes que durante toda la historia han hecho mujeres que se han consagrado al laboratorio. ¡Tantas cosas no existirían si no hubiese sido gracias a ellas! Luego, emergen asuntos más de forma pero estructurales, por ejemplo, la problemática de la perspectiva de género en las carreras STEM, el sesgo en las investigaciones, la igualdad de oportunidades en el aula, y en general, los desafíos que ha tenido que enfrentar el género femenino para ganarse su lugar en la producción del saber científico.

¿Cómo ha evolucionado esa problemática? ¿Sigue siendo la mujer minoría y sujeto subalterno cuando hablamos de ciencia y tecnología? ¿Se abren nuevas oportunidades en los albores de una sociedad realmente inclusiva? Son preguntas que pueden responderse desde diversas perspectivas y a partir del análisis de elementos clave.

Mujeres en la ciencia: ¿Cuál es el panorama hoy?

 

Aunque las mujeres han estado cercanas a la investigación científica desde tiempos ancestrales, no fue fácil ganar su participación pública en esta área del saber. Por generaciones, que una mujer quisiera conocer los secretos de la naturaleza no era bien visto y hasta podía ser peligroso. Si no lo crees, solo recuerda el largo y oscuro capítulo de la historia conocido por muchos: la “quema de brujas”.

Si hacemos un salto largo en la línea de tiempo y nos centramos en la época actual, podemos decir que las féminas hoy tienen acceso pleno a los espacios de estudio, investigación y práctica, pero aún así, la paridad no se ha logrado.

Veamos algunas cifras de la ONU:

  • El 33 % del personal de investigación científica a nivel global está conformado por mujeres. 
  • Apenas el 6 % de los premios Nobel en áreas científicas (física, química, fisiología o medicina) son mujeres.
  • En cuanto a las academias científicas nacionales, a nivel global, solo el 12% de sus miembros son mujeres.
  • En estudios de vanguardia tecnológica como el desarrollo de la IA,solo el 22 % de las personas que participan son de sexo femenino.
  • Los dos continentes con más científicas mujeres son Asia Central, con el 48,2 %, y América Latina y el Caribe, con el 45,1 %.
  • Venezuela es el país de Latam con más mujeres científicas trabajando a tiempo completo, con 61,4 %.

Demos un vistazo a algunos aspectos que influyen en que la participación femenina en las carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemática, por sus siglas en inglés), que si bien es creciente, aún no logra equipararse con la de sus colegas masculinos.

Puntos clave para reflexionar y avanzar

Referentes que son inspiración

 

¿Alguna vez te has preguntado por qué las aulas de carreras como ingeniería mecánica o física pura están predominantemente llenas de estudiantes varones? 

Los prejuicios aún son una carga pesada en una sociedad donde la mujer sigue siendo asociada automáticamente a las labores y, por tanto, a las carreras orientadas al cuidado (por eso, por ejemplo, las aulas de enfermería o partería son casi totalmente femeninas).

Más sorprendente aún es que no hay prohibición expresa alguna para que las mujeres o los hombres se interesen en tal o cual carrera, aquí lo que juega un papel preponderante son los referentes y modelos a seguir.

Es un hecho: si Marie Curie y Hedy Lamarr fueran tan famosas como Albert Einstein, o si Valentina Tereshkova hubiese logrado el mismo reconocimiento que Neil Amstrong, la historia de la ciencia sería distinta.

Mientras más niñas vean científicas a las cuales admirar, más querrán romper la tendencia automática que las lleva a evadir las carreras de este tipo. Para esto son vitales las campañas de grandes organizaciones. Incentivar el estudio de profesiones STEM a través de historias reales puede hacer que en pocos años las estadísticas cambien.

Conciliación

 

Otro gran desafío para las mujeres en la ciencia es la dificultad para conciliar trabajo y hogar. Esto en muchos casos desalienta el ingreso de las féminas a las carreras STEM o causa deserción.

Cuando las mujeres constituyen su propio hogar, se hacen madres o deben cumplir con responsabilidades de cuidado con adultos mayores de su familia, sus posibilidades de seguir trabajando fuera de casa disminuyen, incluso cuando se trata de ser científicas.

Tomar en cuenta la perspectiva de género al crear las estructuras institucionales y los flujos de trabajo es vital para que las mujeres no tengan que decidir entre ser madres o ser científicas, por ejemplo.

Oportunidades de estudio

 

Vivimos tiempos de acceso pleno y universal a los estudios superiores, siendo incluso gratuitos en muchos países. No obstante, las estadísticas señalan que conforme se va avanzando de nivel académico (maestría, doctorado, PhD…), la cantidad de mujeres va disminuyendo y esto muchas veces va de la mano con lo ya abordado sobre la conciliación, y otras también por las dificultades para sufragar estudios de alto nivel en instituciones de élite.

Para mitigar esto, hay programas de becas que representan una gran oportunidad para las mujeres que desean continuar sus estudios como científicas, ya que ofrecen financiamiento y oportunidad de estudio a tiempo completo.

Algunas que vale la pena mencionar son las becas L’Oreal (de ámbito global), las Becas Santander para Mujeres en STEM (Latam), las Becas de inicio profesional de la Organización para las Mujeres en Ciencia para el Mundo en Desarrollo (para los 66 países rezagados en Ciencia y Tecnología, STLC por sus siglas en inglés) y el Programa Nacional para las Mujeres en la Ciencia de Icetex (Colombia).

Representación para la acción

 

¿Se justifica que el ser humano haya pisado la luna en 1969, pero que la anatomía completa del clítoris no se haya conocido hasta 1998? ¿O que apenas hoy día un grupo de científicas en España haya logrado la financiación para conocer los cambios neuroquímicos que ocurren durante el embarazo y la menopausia, cosa nunca antes estudiada?

Este sesgo en la investigación científica ocurre por la baja representación histórica de la mujer en los equipos científicos de alto nivel ni en los puestos de liderazgo. ¿Cómo estudiar sobre la mujer si no hay ninguna mujer con voz y voto que lo reclame?

Aquí el desafío está en lograr equipos de trabajo igualitarios, del mismo modo que en puestos de liderazgo y decisión, para lograr una generación de conocimiento plena y equitativa.

El futuro de la ciencia es igualitario, luchamos por eso

 

En la Sociedad Colombiana de Anestesiología y Reanimación (SCARE) y el Fondo Especial para Auxilio Solidario de Demandas (FEPASDE) visualizamos un futuro donde la ciencia nunca más sea cosa de hombres y lo hacemos proactivamente, trabajando día a día para que las mujeres de ciencia de Colombia estén protegidas y con acceso pleno para el desarrollo de sus talentos y potencialidades.

Lo reiteramos hoy, cuando celebramos nuevamente el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia.

Conoce más sobre nuestras iniciativas en pro de una práctica científica inclusiva.

Tags: Mujer y la niña en la ciencia, Mujeres en ciencia, Mujeres en medicina

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