¿Hay algo que no sepas sobre el mindfulness? Probablemente mucho, después de todo, se ha integrado y estudiado en la medicina occidental hace más de 30 años y por eso, es reconocida como una forma de reducir el estrés, el burnout y los síntomas físicos y psicológicos asociados a la constante exposición a situaciones estresantes que experimentan los profesionales de la salud, viendo mejoras en el bienestar general.
De hecho, se ha demostrado que este método marca la diferencia entre médicos resilientes, capaces de adaptarse a las exigencias del contexto clínico sin el deterioro de su bienestar, y aquellos que no logran hacerlo. ¿Cómo se practica el mindfulness en la medicina? Te contamos todo lo que debes saber.
El mindfulness, también llamado Atención Plena, es una práctica que se centra en reconocer y aceptar la experiencia presente tal como es, sin intentar cambiarla. Parte del hecho de que, aunque creamos poder controlar la atención que le damos a lo vivido en el presente, generalmente nos enfocamos en pensamientos que pertenecen al pasado o al futuro, o solo reconocemos una fracción de lo que realmente está sucediendo.
¿Qué hay de malo en esto? El problema viene cuando experimentamos una situación desagradable —una parte inevitable de la vida y del ejercicio médico—. En este momento, tendemos a agregar sufrimiento adicional deseando que estas circunstancias cambien. Con el mindfulness, nos quedamos solamente con lo que experimentamos, aceptando el flujo de la experiencia sin tratar de modificarla o añadir nada más. Como dice la Sociedad Mindfulness y Salud: “Sin mindfulness sería imposible poder observar y reconocer la propia experiencia y vivir en este mundo”.
Aunque el mindfulness se asocia comúnmente con el budismo, no es exclusivo de ella. Muchas tradiciones religiosas y espirituales en todo el mundo utilizan de manera implícita o explícita la atención plena, pues es una capacidad básica y profundamente humana de conectar con el presente.
Este método fue integrado en la medicina por Jon Kabat-Zinn como una herramienta valiosa para promover la resiliencia médica, es decir, la capacidad de manejar el estrés y la adversidad en esta profesión. De hecho, un estudio publicado por la Revista Médica de Chile asegura que el mindfulness es determinante para tener profesionales de la salud adaptados a las diversas exigencias del contexto clínico sin deteriorar su bienestar.
Incluso, la consideran fundamental para mejorar el bienestar personal como médicos y desarrollar actitudes centradas en el paciente, como la empatía y la compasión, lo que es beneficioso para una práctica médica más eficaz y compasiva.
Con tales ventajas, el mindfulness en la medicina se ha integrado principalmente a través de tres áreas: para aplicar terapias basadas en mindfulness en pacientes, para mejorar el cuidado personal y para mejorar competencias y habilidades profesionales, a continuación nos centraremos en las dos últimas.
Algunos aspectos fundamentales del mindfulness desafían las convenciones tradicionales de la medicina. En primer lugar, su práctica no busca deshacerse de síntomas como el dolor o el estrés. Más bien intenta transformar la relación que, como médico, tienes con estas emociones, cambiando la manera en que percibes y experimentas tu situación para estar en armonía con ella. En general, el mindfulness en la medicina ayuda a:
Es mucho lo que se ve en medicina (bueno o malo). Una práctica como esta te ayuda a ser consciente de los pensamientos y sentimientos que te producen los pacientes, y cómo estos pueden influir en tu comportamiento profesional. Esto reduce la tendencia a absorber emociones negativas de otros.
Sabemos que la práctica médica te enfrenta a altos niveles de exigencia y estrés, lo cual puede afectar negativamente tanto tu salud mental como física. La práctica de mindfulness, especialmente a través del Programa de Reducción del Estrés Basado en la Atención Plena (MBSR) de Kabat-Zinn, que incluye prácticas como la meditación formal o ejercicios de atención plena, ha demostrado ser efectiva en minimizar la ansiedad, el estrés y otros trastornos del estado de ánimo, así como en aumentar la empatía, el bienestar psicológico y mejorar el cuidado de los pacientes.
Incluso, la Revista de la Fundación Educación Médica (FEM) cita diversos estudios que han encontrado en el mindfulness mejoras significativas en el manejo del estrés, el agotamiento y el bienestar emocional en los estudiantes de medicina, incluso durante períodos particularmente tensos como los exámenes.
Mejora la empatía, la escucha activa, y la capacidad de estar presentes durante tus interacciones con pacientes. Estas competencias se sustentan en la conciencia propia y la capacidad de establecer conexiones significativas, humanas y compasivas con ellos, lo que es esencial para una alianza terapéutica efectiva.
Asimismo, los programas de mindfulness también se enfocan en desarrollar resiliencia entre los médicos, permitiéndote manejar el estrés de manera efectiva y mejorar la calidad de la atención médica. La plasticidad neuronal inducida por la práctica de mindfulness sugiere que puede optimizar el funcionamiento cerebral para una práctica terapéutica más efectiva.
Cómo practicar el mindfulness: pasos básicos
Kabat-Zinn desarrolló un Programa de Reducción del Estrés Basado en la Atención Plena (MBSR) que se centra en:
Las formas de practicar la MBSR incluyen:
En La Sociedad Colombiana de Anestesiólogos y Reanimación (S.C.A.R.E) y el Fondo Especial para Auxilio Solidario de Demandas (FEPASDE) ofrecemos educación médica continua entre los múltiples beneficios legales que tenemos para nuestros anestesiólogos afiliados.
Incluyendo un Programa de Salud Mental para Profesionales de la Salud enfocado en reducir el impacto emocional que genera la constante exposición al estrés y el burnout. Así no solo te respaldamos en el ejercicio médico, también cuidamos tu salud general.
Afíliate para recibir todos nuestros beneficios