Y puede que las mujeres en la ciencia ahora ocupan un espacio importante —el mayor laboratorio de partículas del mundo, el CERN, está dirigido por una mujer—, pero, para inspirar a más niñas y mujeres jóvenes a tomar carreras científicas, hay que seguir compartiendo sus historias y no olvidar (nunca) la gran influencia femenina que siempre existió en este campo.
Mirando hacia atrás en la historia, algunos de los descubrimientos más importantes de la ciencia se deben a las mujeres, a pesar de que la educación y el reconocimiento se les haya negado. Rosalind Franklin y Marie Tharpes son dos de tantos ejemplos.
Entre 1951 y 1953, Franklin generó una serie de fotografías que fueron claves para demostrar por primera vez cómo debía ser la estructura del ADN y para impulsar avances en la biología molecular y la genética. En ese mismo año, Tharp se convirtió en la primera persona, hombre o mujer, en mapear el suelo del Océano Atlántico y comprobar la teoría de las placas tectónicas, aun cuando no se le permitía participar en las expediciones con sus colegas.
Y aunque fueron subestimadas —- los hallazgos de Tharp fueron minimizados como “cosas de mujeres” y los colegas de Franklin recibieron el Premio Nobel de Fisiología o Medicina robando el crédito de su descubrimiento—-- abrieron camino para que otras científicas importantes pudieran seguir adelante, convirtiendo en ejemplo para muchas niñas a las que se les hizo pensar que la ciencia es cosa de hombres.
“¿Qué hubiera pasado si Einstein hubiera nacido mujer? Pues, probablemente, hoy no sabríamos quién es Einstein. Los méritos de su descubrimiento se los habría llevado su compañero de investigación”, reflexiona CSIC Asturias en su corto “Mujeres en la ciencia”.
Gracias al legado y el mensaje de persistencia de tantas científicas, las mujeres no dejaron de cambiar el mundo. Sin el trabajo de matemáticas como Katherine Johnson y Mary Jackson, nunca hubiésemos llegado a la luna. No tendríamos tratamientos con insulina o vitamina B12 sin los hallazgos de Dorothy Hodgk; mucho menos tecnologías fundamentales como el Bluetooth y el WI-FI sin Hedy Lamarr. Incluso, los conocimientos sobre la radioactividad no serían los mismos sin los descubrimientos de Marie Curie en física y medicina.
Científicas como Christiane Nüsslein-Volhard, Elizabeth Blackburn, Carol W. Greider y más, continuaron esta influencia, asegurándose de que la capacidad intelectual de las mujeres no sea excluida hoy ni en las próximas generaciones científicas, y lo han logrado de alguna manera. La UNESCO afirma que el género femenino ya ocupa el 30 % de los profesionales en esta rama, entendiendo y reconociendo los desafíos que existen para aumentar este número. Hoy, las mujeres pueden dirigir y participar en investigaciones sin que su sexo sea un impedimento, marcando un progreso significativo en relación con tiempos pasados.
Este avance no solo ha enriquecido la investigación científica al introducir nuevas perspectivas y enfoques, sino que también ha logrado un avance más integral y una mejor comprensión de diversos temas. Además, la influencia de las mujeres en la ciencia se extiende más allá de sus contribuciones académicas. Han desempeñado una importante labor en la promoción de la igualdad de género en el campo laboral, desafiando estereotipos y abogando por políticas más inclusivas en el ámbito académico y profesional.
Figuras como Francis Arnold, galardonada con el Premio Nobel de Química en 2018, han sido defensoras de la diversidad en los campos de la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM). De manera similar, Mae Jemison, la primera mujer afroamericana astronauta en el espacio, ha sido una abogada vocal por la inclusión de las minorías y las mujeres en la ciencia y la educación. Jemison ha fomentado el desarrollo de programas educativos y de alcance para inspirar a las generaciones futuras, demostrando que el rol de las mujeres no se limita solo a sus logros individuales, sino también a su capacidad para inspirar y liderar el cambio.
Estos ejemplos, junto con los logros de las ganadoras de los premios Nobel más recientes y las científicas de todo el mundo que diariamente representan la fuerza y el gran trabajo del género femenino, ilustran claramente la evolución y el impacto creciente de las chicas en este campo. Te mostramos algunas de ellas:
En S.C.A.R.E. y el Fondo Especial para Auxilio Solidario de Demandas FEPASDE aprovechamos la oportunidad de celebrar el Día Internacional de las Mujeres y las Niñas en la Ciencia para hacer algo que siempre nos ha apasionado: honrar y reconocer el incansable servicio que las científicas entregan día tras día.
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