El arte de acompañar la vida experiencias y desafíos del personal de salud en el parto

Acompañar a la mujer, al bebé y a toda la familia en los momentos de parto y nacimiento es quizá una de las experiencias más enriquecedoras y al mismo tiempo más desafiantes que enfrenta el personal de salud. Ser apoyo en el inicio de la vida, aunque para algunos sea un trabajo de todos los días, nunca será algo rutinario. Ciencia, empatía, responsabilidad, experiencia y nervios de acero son algunos de los elementos que están en juego, especialmente en estos tiempos de cambios de paradigma. Honrar la confianza es quizá el principal compromiso.

Demos un breve recorrido por el papel del personal de salud en el parto y veamos cuáles son las claves para, como profesionales, tener cada día un mejor desempeño y lograr en nuestras pacientes lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha llamado “experiencia de parto positiva”.

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El personal de salud en el parto: retos para lograr una experiencia positiva en un escenario cambiante

¿Cuántas veces has escuchado historias de personas que llevan el nombre del médico que atendió a su madre en el parto? Esta práctica, ya no tan común, refleja el gran significado emocional que tiene el Talento Humano en Salud (THS) en esos momentos inolvidables.

Una mujer en trabajo de parto y un bebé recién nacido encarnan, cada uno en paralelo, quizá los máximos momentos de vulnerabilidad en la trayectoria vital de una persona. Por eso, la empatía del personal de salud debe tener tanto peso como su destreza profesional. Esto, a pesar de que tanto los protocolos médicos alrededor del parto como los propios resultados esperados han ido cambiando a lo largo del tiempo.

En cuanto a prácticas de atención, por generaciones esta fue brindada exclusivamente por parteras y/o matronas, en el siglo XX evolucionó hacia un enfoque más medicalizado y hoy se observa una tendencia hacia prácticas menos invasivas que se materializan en el parto humanizado. En cuanto a objetivos, si bien hasta no hace mucho la meta estaba limitada a lograr el nacimiento de un niño sano, hoy día se busca un resultado más integral que incluye la experiencia completa de la mujer y un inicio de la vida plácido. 

¿Cómo se adapta el THS a tantos cambios de paradigma? ¿Cuáles son los principales desafíos? Los dividiremos en tres:

Desafíos ante la madre

• Respeto y dignidad: Esto implica evitar cualquier forma de violencia obstétrica, asegurando que cada mujer sea escuchada y sus decisiones sean respetadas.
• Comunicación efectiva: Una comunicación clara y empática ayuda a reducir la ansiedad y permite que la madre se sienta protagonista de su experiencia de parto.
• Intervenciones necesarias: El desafío para el equipo médico, de enfermería y apoyo es asegurar que cada intervención esté justificada, recordando que el parto es un proceso fisiológico y no una patología.
• Apoyo emocional continuo: Ofrecer palabras de aliento y estar presente para la madre en cada momento crítico, garantizando su bienestar emocional, es vital. La OMS detalla que el apoyo emocional del personal de salud en el parto es un elemento clave para evitar la incidencia de la depresión postparto.
  

Desafíos ante el bebé

• Seguridad: Esto implica una vigilancia constante para detectar cualquier señal de sufrimiento fetal y responder rápidamente a emergencias para evitar complicaciones.
• Apego inmediato: El contacto piel con piel es esencial para el desarrollo del vínculo, la estabilización del bebé y facilitar el inicio del amamantamiento, aunque puede ser complicado en ciertos entornos clínicos y también en casos de alto riesgo. 
• Atención neonatal continua: El desafío para el personal es proporcionar la atención necesaria sin separar al bebé de la madre, manteniendo siempre un enfoque centrado en la familia.

Desafíos ante la familia

• Manejo de las expectativas: A menudo, la familia tiene expectativas específicas sobre el parto y el nacimiento. El personal debe equilibrar eso que esperan con la realidad clínica, asegurando que todos comprendan los riesgos y las posibilidades.
• Brindar apoyo emocional: El parto es un evento para toda la familia. El desafío es proporcionar un entorno de apoyo que les permita expresar sus emociones y sentirse parte del proceso, fomentando una experiencia positiva.
• Acompañamiento postparto: Después del parto, el desafío es continuar brindando apoyo y orientación a la familia. Esto incluye ofrecer información sobre el cuidado del recién nacido, la lactancia y el bienestar materno, asegurando una transición suave hacia la vida familiar con el nuevo bebé.
  

5 habilidades blandas necesarias para la atención de calidad durante el parto

Obviamente, atender a una mujer durante todo el viaje de su embarazo, parto, postparto y puerperio, requiere de unos conocimientos académicos, técnicos y científicos muy precisos. Formarse en obstetricia conlleva muchos años de estudio, tanto para personal médico, de enfermería y apoyo. Igualmente, para quienes trabajan en áreas asociadas como anestesiología, cirugía, neonatología, pediatría, nutrición, entre otras.

Pero, al mismo tiempo, son muchas las habilidades blandas necesarias para acompañar el inicio de la vida, ofreciendo una atención realmente de calidad, que deje un recuerdo significativo de esos momentos inolvidables y que aporte verdadero valor a la etapa que inicia. Hagamos un repaso:

1. Paciencia: El parto no es una ciencia exacta, por el contrario, puede ser largo e impredecible. La paciencia ayuda al personal de salud a brindar apoyo constante sin presionar a la madre ni apresurar el proceso.
2. Comunicación fluida: Ya lo hemos dicho, escuchar activamente a la madre y a su familia es fundamental para comprender sus necesidades y preocupaciones, y para responder adecuadamente a ellas. No existe empatía si primero no hay un canal de comunicación abierto, franco y de igual a igual.
3. Sensibilidad cultural: Entender y respetar las creencias, espiritualidad y prácticas culturales de las mujeres y sus familias es esencial para brindar una atención integral durante el parto.
4. Sensibilidad a la diversidad familiar: Comprender que existen diferentes estructuras familiares y que tienen necesidades únicas, asegurando un enfoque inclusivo y respetuoso, es vital para permitir la experiencia de parto positivo.
5. Resiliencia emocional: El trabajo en el ámbito del parto puede ser emocionalmente exigente e incluso a veces puede resentir la salud mental del THS. El personal de salud debe ser capaz de manejar el estrés para ofrecer la mejor atención posible, buscando recursos como grupos de apoyo, programas de formación, terapia y asistencia profesional.

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La colaboración multidisciplinaria: el trabajo, el equipo como clave infalible.

En el proceso del parto, la colaboración multidisciplinaria es fundamental para garantizar una experiencia segura y positiva para la madre, su bebé y la familia. ¿Por qué?

• El trabajo en equipo entre obstetricia, enfermería, anestesiología, pediatría y otros profesionales de la salud es clave para abordar de forma rigurosa las complejidades médicas del momento y la atención a los detalles.
• Cuando el personal de salud trabaja en conjunto, la atención se vuelve más integral, proporcionando un cuidado holístico que tiene en cuenta tanto las necesidades médicas como emocionales.
• La clave para el éxito de la colaboración multidisciplinaria radica en la confianza mutua, el respeto y la disposición para escuchar y aprender unos de otros. 
• Fomentar un ambiente de colaboración no solo mejora los resultados para la madre y el bebé, sino que también reduce el estrés y la carga emocional del personal de salud. 

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