La negligencia médica es un término que a menudo genera temor tanto en pacientes como en profesionales de la salud. La desafortunada verdad es que la negligencia médica puede ocurrir de diversas formas, lo que da lugar a daños graves para los pacientes y consecuencias legales sustanciales para los proveedores de atención médica.
En este artículo, discutiremos los aspectos clave de una demanda por mala praxis, exploraremos los tipos de negligencia médica que existen y proporcionaremos ideas prácticas para prevenir, manejar y abordar estos casos.
La negligencia médica se refiere a un generador de culpa (esta última entendida como uno de los elementos que generan juicios de responsabilidad), en cabeza de un proveedor de atención médica que causa daño o lesión a un paciente. Esta negligencia puede tomar diversas formas, como diagnóstico erróneo, errores quirúrgicos, equivocaciones con medicamentos o la falta de seguimiento de las prácticas médicas estándar.
Esencialmente, cuando un profesional de la salud no proporciona el nivel de atención esperado en su campo, lo que resulta en daño al paciente, podría llegar a considerarse negligencia médica.
Más allá del daño físico, los pacientes a menudo enfrentan un estrés emocional y financiero significativo, ya que lidian con las repercusiones de errores médicos prevenibles. Por lo tanto, es fundamental comprender una demanda por mala praxis tanto desde la perspectiva de los pacientes como de los profesionales de la salud.
La negligencia médica abarca una amplia gama de errores, y comprender los diversos tipos es crucial para identificar y prevenirlos. A continuación, se presentan algunos de los tipos más comunes de negligencia médica:
Los errores quirúrgicos son una de las formas más graves de negligencia médica. Estos incluyen cirugías en el sitio incorrecto, daño no intencionado a los órganos y, en algunos casos, realizar una cirugía al paciente equivocado.
Para prevenir tales errores, los hospitales y los equipos quirúrgicos deben adherirse a protocolos estrictos, como verificar la identidad del paciente y el sitio quirúrgico antes de comenzar cualquier procedimiento.
Los errores en la medicación ocurren cuando un profesional de la salud prescribe, distribuye o administra el medicamento incorrecto, o la dosis equivocada, a un paciente. Esto puede llevar a reacciones alérgicas, intoxicación o falta de eficacia en el tratamiento de la afección del paciente.
El diagnóstico erróneo ocurre cuando un profesional de la salud identifica incorrectamente una afección, o no diagnostica una afección en absoluto, sin acudir a las ayudas diagnósticas que tenga a disposición y que apliquen para el caso, según guías de manejo. Los diagnósticos retrasados también pueden causar daño al paciente, ya que impiden que reciban el tratamiento oportuno que necesitan.
Las lesiones al nacer ocurren cuando un profesional de la salud causa daño a un recién nacido durante el parto. Estas lesiones pueden resultar de errores en el manejo de la madre o el niño durante el parto, el uso incorrecto de equipo médico o la falta de reconocimiento de complicaciones de manera oportuna.
Los errores en la anestesia pueden ser particularmente peligrosos, ya que implican la administración de medicamentos que inducen el estado de inconsciencia y controlan el dolor durante las cirugías. Dosis incorrectas o la falta de monitoreo de los signos vitales del paciente pueden causar daño cerebral o incluso la muerte.
Los pacientes tienen el derecho de conocer los riesgos y beneficios de cualquier procedimiento o tratamiento médico antes de someterse a él. La falta de una correcta información y obtención de consentimiento puede dar lugar a una demanda por mala praxis.
La prevención de la negligencia médica no solo es importante para los pacientes, sino también para los propios profesionales de la salud. Los proveedores de atención médica enfrentan importantes repercusiones legales y financieras cuando son acusados de negligencia médica.
Prevenir la negligencia médica requiere que los profesionales de la salud se mantengan actualizados con las últimas investigaciones y pautas en sus campos, se comuniquen de manera efectiva con los pacientes y practiquen una medicina cuidadosa y atenta con ayuda de abogados especialistas en responsabilidad sanitaria.
Los errores en los diagnósticos médicos son una de las principales causas de la negligencia médica. Un diagnóstico erróneo o retrasado puede resultar en que el paciente reciba un tratamiento incorrecto o no reciba tratamiento en absoluto.
Los errores diagnósticos comunes incluyen la falta de considerar un diagnóstico diferencial, la interpretación incorrecta de los resultados de las pruebas o pasar por alto el historial del paciente.
Para reducir el riesgo de errores diagnósticos, los profesionales de la salud deben:
Al priorizar un diagnóstico cuidadoso y detallado, los profesionales de la salud pueden reducir significativamente el riesgo de cometer errores que podrían dar lugar a demandas por negligencia.
En todo caso, las altas Cortes han orientado sus conclusiones a insistir en que al profesional de la salud no le es cuestionable el yerro en sí mismo, sino la conducta inexcusable que lo llevó a cometerlo.
La comunicación efectiva juega un papel fundamental en la reducción de la probabilidad de una demanda por mala praxis. La mala comunicación entre los proveedores de atención médica y los pacientes es una de las principales causas de las demandas por negligencia.
Cuando los pacientes no están adecuadamente informados sobre su diagnóstico, las opciones de tratamiento o los riesgos, pueden sentir que su atención es deficiente, lo que genera frustración y la posibilidad de una demanda por mala praxis.
Para los profesionales de la salud, practicar una comunicación clara y abierta es clave. Esto incluye:
Cuando los proveedores de atención médica se comunican de manera clara y empática, se fomenta la confianza, se previenen malentendidos y, en última instancia, se reduce la posibilidad de una demanda por negligencia.
Enfrentar una demanda por mala praxis puede ser un proceso complejo y estresante para los profesionales de la salud. Sin embargo, comprender los pasos involucrados puede ayudar a aliviar parte de la ansiedad asociada con la situación. Si estás involucrado en una demanda por negligencia médica, considera los siguientes consejos prácticos:
Los profesionales de la salud tienen tanto responsabilidades legales como éticas cuando se trata de evitar la negligencia médica. Legalmente, deben adherirse a los estándares establecidos de atención y asegurarse de no involucrarse en prácticas que puedan dañar a sus pacientes.
Éticamente, los proveedores de atención médica están obligados por un deber de cuidado hacia sus pacientes, lo que incluye mantener la confidencialidad del paciente, obtener el consentimiento informado y practicar en el mejor interés del paciente.
En el caso de una demanda por mala praxis, los profesionales de la salud deben actuar con transparencia y honestidad. La falta de divulgación de errores o intentar encubrir errores puede dar lugar a consecuencias legales más graves, incluidas sanciones punitivas o la pérdida de la licencia médica.
La prevención siempre es la mejor estrategia cuando se trata de la negligencia médica. Los profesionales de la salud pueden tomar medidas proactivas para reducir el riesgo de demandas por negligencia en su práctica, incluyendo:
Al tomar estas medidas preventivas, los profesionales de la salud pueden reducir su riesgo de verse involucrados en una demanda por mala praxis y continuar brindando atención de alta calidad a sus pacientes.
En conclusión, comprender los tipos de negligencia médica, practicar una buena comunicación y tomar medidas preventivas son esenciales para los profesionales de la salud. Con el enfoque adecuado, la probabilidad de una demanda por mala praxis puede reducirse, beneficiando tanto al proveedor de atención médica como al paciente.