Dentro del ejercicio de la profesión en la salud siempre ha existido el término de la mala praxis, que se traduce en todos los actos que se ejecutan durante la atención en salud. Para la Organización Mundial de la Salud (OMS) la mala praxis se puede definir en tres sentidos: Conducta negligente, determinación judicial y/o conducta inapropiada.

En este artículo abordamos más a profundidad sobre el concepto de mala praxis y las recomendaciones para evitarlas.

Hablando desde la perspectiva de la enfermería, es igual de relevante el tema de la praxis pues son los que en la práctica, tienen un mayor contacto con el paciente cuando se encuentran dentro de las diferentes instituciones de atención en salud

¿Cuáles son los errores más comunes en la práctica de la enfermería?

Dentro de las acciones ejecutadas por el área de enfermería a nivel general, existen tres casos en los que es más probable que se genere una mala praxis:

• Errores en la administración de medicamentos

Son casos en los que el personal de enfermería no asigna o procede adecuadamente con los medicamentos a pacientes, encontramos aquí omisión, dosis mayores, frecuencia errónea, dosis menores o la interpretación inadecuada en el nombre del fármaco o cantidades.

• Sobre saturación del servicio de urgencias

Una problemática general del sector salud es la alta demanda de los  servicios de urgencias que en algunos casos no es posible cubrirlo con enfermeros y enfermeras suficientes. Esta, aunque no es una acción directa de mala praxis, incrementa la probabilidad de error por la saturación que implica la atención a varios pacientes en un mismo turno por la atención apresurada y el agotamiento emocional.

• Errores en la anotación de la historia clínica

Una mala anotación de la evaluación, intervención y procedimientos del paciente en la historia clínica podría generar un riesgo en la seguridad del paciente desde su proceso de atención en salud y que ocasionaría resultados adversos.

¿Cómo disminuir el riesgo de una mala praxis?

Ante los múltiples casos de mala praxis, diferentes centros de prevención médica han otorgado algunas recomendaciones al personal de enfermería en pro de disminuir el riesgo y prestar una mejor atención médica.

Capacitación constante y profesional

El aprendizaje y capacitación constante es una estrategia que le permite a enfermeros y enfermeras estar mejorando su profesión, disminuyendo la probabilidad de error y estando al tanto de un manual de procedimientos claros y efectivos.

Comunicación asertiva con el paciente

La mayoría de errores de mala praxis pueden prevenirse cuando existe una comunicación clara con el paciente o con sus familiares, aparte de dar mayor confianza y calidad en el servicio se mantienen claros los temas de estado de salud y procedimientos a seguir

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Estrategia de registro y documentación

Aparte de contar con la capacitación y conocimientos en el ejercicio es importante cumplir a cabalidad con todo el papeleo en los que se debe incurrir al momento de atender a un paciente, empezando por la historia clínica en donde se recopila el historial, estado de salud, hallazgos y procedimientos.

Es importante tener el registro detallado, así como la organización de órdenes médicas y procedimientos ya que pasarán por muchas manos entre enfermeros, especialistas y médicos generales y otros profesionales, por lo que la información deberá estar clara y detallada

Estandarización de los procesos

Conglomerando los tres puntos anteriores y como una estrategia en conjunto, la Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia de la UNAM plantea la definición de procedimientos estandarizados como la identificación del paciente, hojas de registro, medidas de seguridad, protección en traslados, entre otros.

Esto generaría una mayor certeza de las acciones ejecutadas por el departamento de enfermería y además minimizaría la posibilidad de tomar una decisión incorrecta en el proceso.

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